viernes, 23 de septiembre de 2011

José Ferrarini, un lombardo impulsor de progreso en Argentina

Don Giuseppe Ferrarini
José Ferrarini nació en Zelbio, Como, Lombardia, Italia, el 18 de mayo de 1886. Llegó a la Argentina en 1907, con 21 años y muchos deseos de trabajar y hacer fortuna. En 1909 se casó con Teresa Morini, integrando una familia feliz y ejemplar con quien luego sería madre de sus cuatro hijos (Rodolfo Salvador, Catalina Teodolinda, Gerardo José y Celia Camila). Posteriormente, habiendo fallecido su esposa en 1941, fue objeto de numerosos homenajes póstumos de su parte.
Ferrarini afirmó en algún reportaje periodístico que su riqueza la hizo trabajando, por eso puede incluírselo en los denominados self made men (hombres poderosos hechos a si mismos); aquellos lombardos que habiendo llegado sin ningún dinero, sólo con su esfuerzo y trabajo y luego de muchas penurias y ahorros, consiguieron hacer su primer capital, llegando a ser hombres de fortuna.
Trayendo de Italia alguna experiencia adquirida en la fabricación de tela metálica, comenzó a trabajar como simple operario en una fábrica metalúrgica, siendo pronto ascendido a capataz, hasta lograr independizarse cuando la empresa en que trabajaba, que le debía varios meses de salario, le brindó un telar para compensar su deuda, montando un pequeño taller propio, incluyendo en él una maquina para hacer clavos.
Fábrica Metalúrgica Ferrarini
En 1914, el Banco de la Nación le otorgó un crédito para instalar su propia fábrica. Su rubro inicial fue una fábrica de camas y tejidos de alambre, que pronto fabricó gran variedad de objetos metálicos: camas de hierro esmaltadas de varios tipos; tejidos para elásticos; artículos para hospitales, asilos y colegios; mesas, sillas, atriles; máquinas para fabricar pastas; alambres galvanizados; arcos, sombrillas, puertas y portones artísticos de hierro forjado, glorietas, tejidos de malla para gallineros, enrejados; ganchos, remaches, chavelas, tornillos, roscas, resortes, arandelas, etc. En su fábrica llegó a tener instalados unos 100 telares mecanizados para tela metálica, dos calderas automáticas para recosido de alambre, máquinas para trafilar alambre, etc. La empresa creció a tal punto que, en 1943, quedó constituida en la ciudad de Buenos Aires la “Sociedad Anónima Industrial y Comercial José Ferrarini”, establecimiento modelo de la rama metalúrgica en la Republica Argentina, que ubicado sobre Avda. La Plata 2036/46, llegó a tener cerca de 800 empleados, entre operarios y administrativos.
Desde 1934 comenzó a adquirir propiedades en el ramo hotelero e inmobiliario en las sierras de Córdoba, particularmente en el Valle de Punilla. Comenzó comprando el Hotel Ferrari, en La Falda, agrandándolo hasta alcanzar las 170 habitaciones, salones de juego, piletas, etc., vendiéndolo en 1947 a la Obra Social del Ejército (I.O.S.E.), que actualmente la conserva aún para sus afiliados bajo el nombre de Residencia Serrana.
El Castillo Hotel de Valle Hermoso
En 1939 luego de la compra del Hotel Monte Olivo, cuya edificación corrió a cargo del arquitecto Fernando Rosas, quien luego lo transformó –por orden de Ferrarini– en el majestuoso Castillo Hotel, en estilo medieval ecléctico (mezcla de florentino, portugués y francés) (a) con altas torres, dotado de 80 dormitorios con teléfono, salones de fiesta y piletas, que sería inaugurado en diciembre de 1948; vendiéndolo el 11 de octubre de 1970 a la Unión Obrera Metalúrgica (U.O.M.), la que por muchos años lo llamó Augusto Vandor, utilizándolo para albergar sus afiliados; para venderlo en el año 2002 a la familia Fábrega, siendo hoy considerado –nuevamente bajo el nombre de El Castillo Resort Spa o El Castillo Hotel Fábrega Organizational Center– como el único hotel de cinco estrellas de la provincia –fuera de la ciudad capital–, especializándose en turismo familiar, eventos corporativos y programas de capacitación.
Gruta de Santa Teresa
El Castillo Hotel está ubicado en la que Jose Ferrarini denominara Villa Santa Teresa, e inclusive sobre calle Santa Teresa, ambas menciones en memoria de su difunta esposa, en homenaje a la cual hizo construir igualmente en una empinada colina cercana (entre el Hotel Ferrari y el Castillo Hotel) la gruta de Santa Teresa (b). En aquellos años la villa figuraba como uno de los lugares destacados de las sierras debido a poseer amplias avenidas arboladas, agua corriente y red cloacal.
Placa de la Gruta de Santa Teresa
De manera que Ferrarini adquirió tierras fiscales en Huerta Grande, La Falda y Valle Hermoso (todas en el Valle de Punilla), loteándolas para venderlas a precios módicos, haciendo construir un dique, para solucionar el problema del agua potable, con agua de vertientes en Huerta Grande (denominándolo Villa Los Diques), construyendo una confitería con pileta de natación anexa y dos diques de contención de agua potable, embalsando 800 millones de litros de agua con una red de distribución de 7 kms., abasteciendo sus loteos en las localidades mencionadas (c). También loteó en la ciudad de Córdoba la zona conocida como Villa Los Plátanos, asegurándole agua corriente y tratamiento de líquidos residuales (cloacas).
En 1950 compró el Portecelo Hotel en Villa Giardino, agrandándolo para venderlo después al Sindicato de Luz y Fuerza; adquirió (o hizo construir) también la Hostería o Petit Hotel La Primavera, y el Hotel Hogar Serrano, en La Falda, etc.
Placa en el Hospital Municipal de La Falda
Realizó numerosas obras filantrópicas: donó el terreno y gran parte de las instalaciones del Hospital Regional (hoy municipal) de La Falda, también aparatos científicos y dinero, instalando la maternidad y dotando al edificio de calefacción; construyó un salón para la Fraterna Ayuda Cristiana –donde funcionó en los primeros años la escuela nocturna “Teresa Morini de Ferrarini–, y obsequió las campanas de la iglesia parroquial de La Falda (d); la escuela primaria del Barrio Las Playas (o La Fuente, actualmente San Jorge) de La Falda, fue creada en 1952, deambulando por varios lugares por falta de edificio propio, cuestión que Ferrarini solucionó en 1959 cediendo un lote de terreno y contribuyendo a la edificación de la actual Escuela Jose María Paz. También regaló a la Curia Eclesiástica de Córdoba 12 lotes de terreno y $ 10.000 para construir una iglesia en Valle Hermoso; donó la sala de primeros auxilios; las canchas de futbol y básquet del Club Racing; y los terrenos y edificio de la municipalidad de Valle Hermoso.

Monolito en honor de Teresa
Morini de Ferrarini - La Falda
También fue su donativo el edificio de una escuela en Villa (Barrio) Los Plátanos. En proximidades a la Villa Los Diques, en el balneario de Huerta Grande llamado Pecos Bill, hizo construir y regaló algunos chalets a sus empleados de confianza. Además, apoyó con su generoso aporte a instituciones culturales de la zona: la Sociedad Italiana de Valle Hermoso, y la Asociación Dante Alighieri de La Falda. Su generosidad alcanzó también su pueblo natal, Zelbio, en Italia, adonde hizo restaurar la vieja iglesia parroquial de la Conversione di San Paolo.
Después de la Segunda Guerra Mundial, llamó desde Italia a sus sobrinos Bautista y Salvador Frigerio (hijos de su hermana María; siendo Bautista uno de sus primeros administradores en sus propiedades de Córdoba), Pedro y Roque Ferrarini (hijos de su hermano Felice Giovanni Ferrarini), para que trabajaran con él en su pequeño imperio. Arribados todos ellos a partir de 1948, trabajaron bajo sus órdenes cierto número de años hasta independizarse de su enriquecido tío y mentor.
José Ferrarini murió en Buenos Aires, en septiembre del año 1975.(e)

Lic. José Oscar Frigerio

Notas:

(a) La flor de lis que adorna las paredes del Castillo Hotel posee varios significados, sin que podamos asegurar cual fue el sentido que le quiso dar su propietario y constructor principal. Pudo querer representar la realeza francesa, el lirio de Florencia, o bien tendrìa un sentido religioso católico, que le atribuye cuestiones vinculadas a San José, su santo patrono.
(b) También impuso el nombre de su difunta esposa a la avenida que conduce al ex Hotel Ferrari (hoy Residencia Serrana en manos de la Obra Social del Ejército Argentino), y a la calle principal de Villa Los Diques.
(c) Posteriormente Ferrarini vendió la confitería y otras instalaciones a la Unión Molinera de la Republica Argentina (UOMA), la que acondicionó un hotel para sus afiliados. La provisión de agua fue expropiada en el año 2005 por el gobierno provincial, siendo administrada en la actualidad por algunas cooperativas zonales que proveen de agua a los usuarios de los loteos de Ferrarini, aunque la propiedad de la planta potabilizadora de agua continuaría siendo de sus sucesores. En la actualidad habría alrededor de unos 300 abonados en Huerta Grande, 300 abonados en La Falda, y unos 1500 en Valle Hermoso (donde representa el único servicio de agua corriente administrado por la Cooperativa San Antonio). Cfr. “Huerta Grande, cuna del centro norte de Punilla”, Historias Populares Cordobesas, Córdoba, 2006.
(d) Datos proporcionados por un obituario publicado en el diario Los Principios, Córdoba, 19 de septiembre de 1975, y confirmados por el párroco actual de la parroquia del Santísimo Sacramento de La Falda, padre Ramón Sánchez Torres.
(e) Las fuentes consultadas fueron: entrevistas a algunos administradores de Ferrarini, su sobrino Bautista Frigerio, Carlos H. Auferil y Juan Carlos Bongiovanni; Gladiador, Nº 5, La Falda, 25 de octubre de 1960; La Nación, Buenos Aires, 15 de septiembre de 1975, que dieron lugar a la semblanza que figura en el libro de mi autoría, “Italianos en la Argentina. Los lombardos”, Asociación Dante Alighieri de Buenos Aires, Bs. As., 1999. Otros entrevistados actuales fueron: María Ferrarini, viuda de Roque Ferrarini; y empleados de la Cooperativa San Antonio de Valle Hermoso, y de la planta potabilizadora en Villa Los Diques.